martes, 28 de julio de 2009

TRISTE FIN

Por César E. Pérez

El anhelo no es todo,
La ilusión nunca es permanente,
Todo en el mundo es finito,
Nada es perdurable.

Hasta el amor más puro e intenso
Encuentra su muerte en el tiempo,
Halla su fin en el desencanto,
Termina por el desdeño.

El sueño nunca se troca en realidad,
La realidad trastoca los sueños,
Las imágenes se hacen pedazos,
Y los pedazos terminan esparcidos,
Sin que sea posible reacomodarlos,
Pues desde antes ese era su destino.

Triste fin para tanta grandeza,
Inevitable destino para tanto cariño,
Hasta el amor más intenso muere en el tiempo,
Presa del desencanto y el destino.

viernes, 10 de julio de 2009

OLAS

Por: César E. Pérez

Suaves vaivenes que rodean tu figura,
que de frescor se rodea,
envidiosas mis manos de las gotas que te salpican,
tapan mis ojos para tratar de ignorar esa tersura.

viernes, 3 de julio de 2009

SEÑORA

Por César E. Pérez

Para todas las señoras que hacen del deseo
una profesión y de su profesión una vida.


Agujas que llevan su paso garboso,
En el continuo andar de una inesperada existencia,
Rubores, sombras y máscaras de pestañas son compañeras
En al diario afán de llevar algo a la mesa.

La negociación, la comprensión, ciertamente la inflexibilidad,
Son partes importantes de sus quehacer, de su trabajo,
Podría admitir ciertas rebajas, pero el dinero es sagrado,
Podría escuchar mil historias y eso sería un descanso.

Las calles las ha recorrido de arriba para abajo,
Cada recoveco de ellas las conoce bien,
La noche y el aire son sus consejeros y vigilantes,
Mientras que en casa duermen sus ángeles guardianes.

El trabajo es arduo y cansado, sobretodo desvelado,
Las recompensas a veces escasas, si no es que nulas,
Los ideales hace ya mucho que se han perdido
Y ya la esperanza está algo marchita.

Se suceden las noches, una tras otra,
Desfilan los marchantes observando, preguntando,
Ofreciendo, regateando y comprando,
Contribuyendo, a su manera, al ajeno existir.

Aún así, no hay día que no busque un nuevo color,
Una prenda más atractiva, un perfume, una arruga.
No hay día en que no ensaye la sonrisa,
La mirada coqueta, la voz profunda,

No hay día que no persiga la felicidad
Y el deseo de poder vivir en paz.