Por: César E. Pérez
Me corto las venas en medio del delirio
Que me provoca tu distancia,
Veo correr la sangre por mis muñecas
Con la secreta esperanza que ella te alcance
Ahora que mi cuerpo queda exánime.
Que me provoca tu distancia,
Veo correr la sangre por mis muñecas
Con la secreta esperanza que ella te alcance
Ahora que mi cuerpo queda exánime.
Pretendo que se tiña de rojo el camino
Para que sea vistosa la vía en tu regreso
Y mires nuevamente mi ahora maltrecho cuerpo.
Estrujo el corazón que ofrezco en sacrificio,
A violentos dioses que claman por mi vida,
Acompañado de dolorosas voces emanadas del postrer aliento
Buscando redención en el desprecio de tu vista.
Y el rojo y ahora frío líquido se acaba,
Con ello mi tiempo, inexorablemente, se agota,
Mi sangre ha caído por ti
Y, por el dolor, mi corazón quedó a tus pies envenenado.