miércoles, 29 de abril de 2009

ORGASMO POR PALABRAS

Para ella, por el placer y el recuerdo

Por César E. Pérez

Emoción,
La sucesión de palabras subía como
El color en su pecho, en su rostro,
El deseo crecía como
Mi hombría y su feminidad.

El tono de las frases, de los dichos
Incendiaba el entorno, el ambiente
Los papeles, la computadora,
Las cuatro paredes de la oficina.

Las miradas fijas, ardientes,
Las pupilas dilatadas, la complicidad presente,
El bochorno del deseo tomaba forma,
Las tensiones musculares se hacían presentes.

El mundo despareció,
Las paredes se difuminaron,
La vista escruta los rincones del cuerpo,
Mientras este se preparaba para el encuentro.

Entonces, sucedió,
El rubor corrió de tu vientre a tu cara,
Tus ojos quedaron fijos,
Al temblar tus rodillas te delataron
Y, viéndome fijamente,
Dejaste escapar un ronco y profundo suspiro.

Tu frente se perló,
Dos gotas de sudor corrieron por tu cuello,
Fui capaz de arrancarte un bello orgasmo
Sólo con palabras,
Sin estar en ti ni cerca ni adentro.

miércoles, 15 de abril de 2009

FAREWELL, WELCOME

Por César E. Pérez

Es muy triste saber que el
amor de nuestra vida, que
la persona amada sólo fue
un espejismo, que aunque
pudimos tocarla, sentirla,
besarla, realmente nunca
fue ni un poco nuestra.

¿Cómo poder expresar el
tamaño de vacío que
queda tras un amor tan
intenso, pero que sólo fue
de un solo lado?, ¿cómo
describir la sensación de
un cuerpo plagado de deseo
sabiéndose siempre
rechazado?, ¿cómo asimilar
que una vez más fue una
equivocación?

No hay nada que hacer ni
a quien recurrir, nunca
jamás alguien tiene seguro
el amor del otro, de
ninguna manera la propia
vibración corporal tiene
seguro encontrar su
correspondientes en el
cuerpo deseado, nunca se
sabe si un beso, una caricia,
tendrá el mismo poder de
la frase "te amo",

Espantoso es saberse sin
posibilidad de competencia,
de saber que los propios
pecados para no ser amado
son el ser amoroso,
amable, sincero,
cooperador, no posesivo,
quizá atractivo... Y lo que
no está a favor es
justamente lo contrario.

Es muy difícil asumir que
el objeto de nuestro
padecimiento se ha cerrado
al amor y piensa acudir a
la sexualidad sin placer ni
deseo, dejando que otros
se regocijen en su cuerpo,
mientras ella se desprende
de si misma e imagina que
su vida no está destrozada
y fantasea en que su
verdadero amor, el que ella
rechazó, vendrá a
rescatarla de tan amarga
existencia.

¿Pero cómo lograr un
rescate al que no se es
llamado?, ¿cómo enjugar
lágrimas si no se es
requerido como pañuelo?,
¿cómo pedirle al hombro
que sirva de apoyo y
consuelo si no fue
necesitado?, ¿cómo
explicarle a mi alma, que
sufre lo mismo que tú, que
su padecimiento nunca será
apreciado?

¿Ahora qué hacer con tanto
amor desperdiciado?, ¿qué
hacer con tantos sueños
rotos?, ¿qué hacer con
tanto deseo contenido y
con destinatario?, ¿qué
hacer después de saberse
no amado, no deseado, no
soñado, no sentido?

Aunque el sufrimiento es
inmarcesible, no queda
más que asumir la cruel
realidad, perdir perdón por
haber amado tanto y con
todo el corazón,
disculparse por insistir en
ello, excusarse por
entregar la vida y,
cargando nuestra alma
hecha jirones, desaparecer
y perderse en los
insondables caminos de la
existencia.
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EN CORTO

Algunas veces te mencione
que toda mi vida lo
admitiría y que los repetiría
siempre: Eres la mujer de
mi vida y te amaré por lo
que quede de ella.

Siempre supe que yo
en tu vida no significaba
nada, siempre hubo alguien
más que ocupaba tus
esfuerzos, tu tiempo, tu
espacio. Pero, como ya
te he dicho, por lo menos
te tuve en mis brazos, te
pude besar, sentir tus aroma,
acariciar tu cuerpo, ver
accidentalmente un poco de nalgas,
adorar de vista tus senos, sentirte
así un poco mía y, con eso,
ya cumplí la parte más vital
de mi existencia.

Ahora el futuro es triste y
claro, estoy cierto que en
mi vida, hoy y ahora, varias
mujeres cruzarán mi
camino y que terminaré
con alguna de ellas, pero a
ninguna amaré del todo,
porque mi corazón, mi vida
y mi alma siempre serán,
aunque asi no lo sientas,
tuyos.

Adiós para siempre y
bienvenida al resto de
mi vida.

viernes, 10 de abril de 2009

NOSTALGIA INÚTIL III, RESOLUCIÓN

Finalmente, nunca tiempos pasados fueron mejores y nunca los cuentos de hadas serán un reflejo de nuestra realidad y nuestra vida. Esas historias fantásticas pretenden encerrar enseñanzas, pero que nunca comprenden la complicación humana.

Siempre, esas historias encierran sucesos de familias enfrentadas, de villanos extremadamente fríos y calculadores, de situaciones superiores a las fuerzas propias, de personas manipulables y sin decisión propia.

Nunca la vida será tan sencilla y lineal como es los cuentos ahora considerados para niños, los matices que nos envuelven encierran una multitud impresionante de rasgos, hechos, situaciones y reflexiones, lo que nos permite cambiar en todo en cualquier momento.

Ciertamente la vida no es fácil y requiere de un continuo esfuerzo por llevar a buen puerto la propia existencia; nuestro devenir está lleno de errores de apreciación, de no haber sabido aprovechar las oportunidades que se nos presentan, de no haber emprendido las aventuras cundo estaban a nuestra puerta y de no haber tomado por los cuernos el toro del amor cuando lo tuvimos enfrente.

Los cuentos de hadas, los originales, siempre cuentan las mismas historias de desamor, de agresividad, de perdición, de venganza, de desengaño, y siempre con los mismo personajes, como el rey, la reya, la princesa y el villano (el héroe en las versiones edulcoradas por Disney), con las mismas situaciones, como la venta de las hijas, el engaño marital, el aprovechamiento de la situación adversa por parte del villano, el destierro.

No importa que la historia sea en la época actual y con una playa de escenario, que sea en la época medieval y un reino como marco, o en el espacio sideral y un tiempo desconocido; que el motivo sea tener al heredero, que se trate del abuso de la princesa o la hija, que la madres se conviertan en brujas, que el gran amigo sea el gran villano, que el padre se convierta en el peor enemigo de su familia, en la vida real estas situaciones no se aplican pues no toman en cuenta las tonalidades de la existencia.

La nostalgia inútil es producto de nuestra especial propensión a suavizar todo y hacerlo hermoso, cuando sabemos que no es así y que debemos asumirlo como lo que es en realidad.

Nuestra vida nunca es ni será un cuento de hadas, es producto de nuestra inherente complicación humana.

miércoles, 8 de abril de 2009

NOSTALGIA INÚTIL II, UNA REAL HISTORIA

El principio pareció un triunfo, la nueva reina abatía a la vieja, le había arrebatado a su amante, a quien el rey, engañado, creía casi su hermano.

Herida, la vieja reina se acendró sobre la nueva hasta expulsarla de sus dominios reales, obligándola a valerse por si misma en pago por ofrecerle su joven sexo a su viejo amante.

El rey, que sabía del real engaño de su consorte, no dudó en apoyar las licenciosas intenciones de su casi hermano, ofreciéndole a la nueva, joven y ahora ex reina como derecho de pernada, regalándole el mismo ese joven, aunque experimentado sexo, para no perder el que la realeza le había conseguido hace muchos años.

Y la joven ex reina, a la que nadie tomó en cuenta, se volvió a hundir en una podredumbre que nunca pudo superar y que le venía de los años en que quiso explorar y conocer el mundo, experiencia de la que sólo pudo obtener maltrato, abuso sexual consentido y absoluto desamor. Pero, en ese momento que era ofrecida por el rey como prenda fornicatoria, ella terminó confundiéndose entre lo que creyó, como en antaño, sincero amor de un viejo lobo, que sólo deseaba desechar la vieja y rasposa zalea de una oveja anquilosada por la nueva y aterciopelada de la joven.

El viejo lobo había abusado de la alta realeza y hacía de las suyas ofreciéndole a la joven ex reina una aproximación al paraíso no una, sino dos veces, deshaciéndose de ella en el mismo número de ocasiones.

Hombre de costumbres arcaicas, el lobo movió a la joven ex reina en periodos anuales, en medio le ofrecía matrimonio, al final deshacía el compromiso destrozándole el corazón y reconquistándola al inicio de la primavera.

El rey, al verla destrozada un tercio de veces, cada vez sólo atinó a seguir apoyando al viejo lobo, ofreciéndole en cada agresión el sexo de una cada vez más ignorada joven ex reina. Temía, el viejo rey, que de dejarla, él perdería nuevamente a la vieja reina.

La joven ex reina nunca pensó en si misma, sólo se asumió como un objeto, no de placer sino, otra vez, de uso y abuso como en el pasado reciente, dónde el que quisiera podría tener placer carnal con ella, más aún su reunían las características del viejo lobo: fealdad extrema, agresividad alta, ignorancia supina, descerebrados y muchos años.

Ella alguna vez tuvo inquietudes, sueño, proyectos, anhelos y preferencias, en los que hizo los pasos iniciales, tomó el inicio del camino, pero nunca luchó por ellos, sólo se dejó hacer: sexo, agresión, maltrato, abandono. Ahora el uso y el abuso corría a mano del rey y del lobo.

Pero el lobo, finalmente viejo y cansado, no vibraba al mismo ritmo que la joven ex reina, además su propia manada ya crecida le exigían mayor atención y dejarse del ridículo que significaba tener una víctima que bien podría ser parte de su prole. Entonces la desechó, como heces en el caño.

La joven ex reina asumió la realidad como lo que era, un objeto vacío, con inexpresividad y sin sentido, lo único que le hacía vivir era el abuso, de todos los tipos, y la agresión de la que objeto por los horribles machos que se cebaban ante la magnificencia y disponibilidad de sus carnes.

El amor nunca fue parte de su imaginario, nunca un hombre antes le mostró siquiera cariño, más aún ella misma siempre rechazaba las muestras de amor verdadero, nunca se sintió merecedora de que un hombre leal le dijera que la amaba, tanto que cuando apareció en su vida el varón que movió su corazón y sus entrañas, que revolucionó su pecho y que por primera vez lubricó su vagina por el deseo verdadero generado por el amor, optó por alejarlo y deshacerse de él, pues se convenció de no ser merecedora de tanta felicidad y deseo. En esta ocasión, del lado negativo, no era la excepción, el viejo lobo, en quien había depositado sus de por si exiguas esperanzas, no había hecho más que repetir el proceso que ya otros muchos llevaron a cabo: la había usado, se había divertido y la había tirado.

Así, la vieja reina había sido vengada, el dolor que la joven ex reina le había provocado se le había revierto, si bien estaba obligada a vivir permanentemente con el rey, ahora sabía que el viejo lobo regresaría rogándole por sus besos, caricias y abrazos.

Por justicia, pensó la vieja reina a su modo, el mismo rey volvería a desquiciarse por la infidelidad que había solapado desde el principio y de la que quiso librarse ofreciendo en sacrificio a la joven ex reina, ahora presa del vacío, desterrada, agredida, abusada, desechada y afianzando su ya bajísima autoestima. La vieja reina había triunfado sobre su principal enemiga.
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Pero una vez no es suficiente, y eso se sabe sólo en propia carne, se vuelve a caer una y otra vez en el mismo error, varias veces con la misma persona y repetir el esquema con otra.

sábado, 4 de abril de 2009

NOSTALGIA INÚTIL

Días y noches de paraíso en la tierra,
Los únicos límites el cielo y el mar.
Cierto, mi amor un poco viejo,
Pero sin necesidad de ir a mi paso.

La arena, el sol, la salinidad reinante,
Acapulco ahí tomaba otra connotación,
Para Electra el marco perfecto,
Hacer el amor sin pecado con el progenitor.

Tardes de olas, de brisa, de deseo,
No disminuido, sino lento, experimentado,
Que alcanzaba su culminación tras una cena,
Tras mi flujo hormonal acumulado.

Mañanas de búsqueda de sensaciones,
Quizá un poco incomprendidas,
Envolviendo el cuerpo en la sensualidad del lodo,
Enjuagándonos inclinados tras las rocas.

Esas noches de diciembre fueron para mi radiantes,
Muy felices y más que eso gozosas,
Aunque no tan intensas como mi deseo,
Ni tan excitantes como mi pasión amorosa.

Que si de mi no quiere hijos,
Es algo que en diciembre y Acapulco no importaba,
Mi amor viejo estaba conmigo
Y eso en el momento opacaba cualquier sufrimiento.

Electra nunca lo hubiera adivinado,
Que una vez que una vez que el padre obtuviera de ella sexo,
Que ésta vez hubiera sido la postrera y la entrada al infierno,
Y después simplemente la haya desechado.

jueves, 2 de abril de 2009

HUMANIDAD

Me espanta la responsabilidad y el compromiso,
pero deseo hijos,
Aborrezco a las parejas que se muestran amorosas todo el tiempo,
pero me enamore a simple vista.

Odio a las mujeres con pasados tortuosos, que no son diáfanas,
pero me enamoré de una puta,
Y, con todo,
quiero a su lado una familia y una vida.