Por César E. Pérez
Qué es el amor sino una eterna búsqueda,
Donde se involucra esfuerzo, anhelo y sueño.
Qué es si no la búsqueda del complemento
Donde habremos de centrar nuestros empeños.
Mas la búsqueda es ardua y fuerte la faena,
En un empeño que consume mucha energía,
En el que siempre se debe tirar al frente y arriba
Sin desfallecer en incansable afán.
Pero, a veces, el aliento falta, las fuerzas fallan,
El sueño se enturbia, el anhelo se difumina,
Y se busca entonces un asidero, un impulso,
Ese algo que no mantenga dispuestos a la batalla.
Terrible momento el de esa necesidad postrera,
Que muestra ampliamente nuestra fragilidad,
En esa lucha nos involucramos solos
Y nadie frente a nosotros para pelear.
Ese espacio vacío provoca las ideas en solitario,
El pasar y repasar la estrategia,
En elucubrar como hacer caer al enemigo
Y atraerlo para tenerle preso en nuestra madriguera.
Mas la vida y sus bemoles nos obnubilan,
El bando contrario padece las mismas tribulaciones,
En ambos casos tienen frente a si al complemento,
Que está solo y en espera que el otro ataque.
Cuando lo único que se busca,
No es la guerra, la pelea o la batalla,
Sino la unión de dos soledades.
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Gracias por el interés en las letras amorosas de la poesía.