domingo, 15 de agosto de 2010

DILUÍDA

Por César E. Pérez

Paso fugaz,
En total diez pasos fue el tiempo transcurrido,
Ya entonces mi cama se había poblado de ti
Y el perfil de tus pestañas abanicaba mi alma.

De frente dos segundos,
Tu figura formaba el horizonte perfecto,
Más allá de tu tangente sólo el éter,
Sólo el deseo.

Un rápido aleteo de tus labios
Alertó mis sentidos, animó mis impulsos,
Mis ojos ávidamente te recorrieron,
Mi nariz buscó saturarse de tus aromas.

Tres pasos,
Los que encaminaron al momento crucial,
Tu espalda y tus nalgas me llamaron
Para ver cómo te diluías
Marcándome el final.

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