viernes, 14 de octubre de 2011

GOLONDRINA


Por: César E. Pérez

Nunca fuiste mía realmente,
es más, nunca estuviste presente,
tu mente volaba a otros confines
mientras me afanaba en tenerte.

Suspirabas profunda, ruidosamente,
cuando tras una extensa noche
la luz del alba nos pegaba en la frente.

Parecía todo correcto y combinado,
temperamentos y deseos se indicaba fluidos,
los ritmos se antojaban paralelos, unánimes,
simulaban un concierto cada noche y día.

Mas aunque vibrante, todo era mudo,
una pasión volcánica silenciosa,
un terrible crepitar de fuego sin ruido,
una pasión de escándalo sin voces.

Estabas ahí pero no a mi lado,
suspirabas, de alivio más no de placer,
no acompañabas, te dejabas llevar,
antes de llegar  te acabaste de ir.

Mis deseos se fueron, junto a tu mirada,
por la ventana…

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