Por: César E. Pérez
Cíclica,
la vida como el universo
en constantes giros a si misma
y alrededor de un centro gravitacional.
Destino, incierto pero inmutable,
donde los elementos acumulados regresan
siempre que son necesarios
o cada vez que parece interrumpirse un ciclo.
Cuando los elementos parecen no volver por si sólos
la ansiedad y la deseperación nos invaden,
entonces, pese a saber que es con dolor y rechazo,
regresamos a los equivocados a nuestra vida,
los evocamos, los llamamos, los traemos.
Más, por el sentido contrario,
cuando el ciclo a favor se conjunta,
más nada hay que hacer,
todo encaminado queda ya.
La vida es siempre cíclica,
y al mismo sitio muchas veces nos hace regresar,
procuremos poner cara de sorpresa
cuando volvamos, otra vez, al mismo lugar.
Cíclica,
la vida como el universo
en constantes giros a si misma
y alrededor de un centro gravitacional.
Destino, incierto pero inmutable,
donde los elementos acumulados regresan
siempre que son necesarios
o cada vez que parece interrumpirse un ciclo.
Cuando los elementos parecen no volver por si sólos
la ansiedad y la deseperación nos invaden,
entonces, pese a saber que es con dolor y rechazo,
regresamos a los equivocados a nuestra vida,
los evocamos, los llamamos, los traemos.
Más, por el sentido contrario,
cuando el ciclo a favor se conjunta,
más nada hay que hacer,
todo encaminado queda ya.
La vida es siempre cíclica,
y al mismo sitio muchas veces nos hace regresar,
procuremos poner cara de sorpresa
cuando volvamos, otra vez, al mismo lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por el interés en las letras amorosas de la poesía.