DESTIEMPO

Que sí, ya lo he dicho y lo refrendo,
Porque de mi vida fuiste el motivo
Y de ella eres ahora sólo el anhelo.

Que sí, y nada me lo hará negar,
Que mis ojos se llenaron de tu silueta.
Que mis oídos de tu voz al hablar.

Todo lo mío se preparó para recibirte,
Mi mente para retenerte,
Mis brazos para cobijarte,
Mis manos para acariciarte,
Mi boca para besarte,
Mi casa para recibirte,
Mi cama para poseerte,
Y mi cuerpo para amarte.

Lo he refrendado y lo volvería a hacer,
Las veces que haya de ser menester,
Que sí, una misión en mi vida es amarte
Y un horror permanente es perderte.

Pero la hondura del amor primero,
La locura de la preparación,
Tras el terrible sufrimiento
Ha quedado reposado, tras la desazón.

La volcánica pasión que me inundaba,
La enorme emoción que me embargaba,
Se ha reducido al amor intenso
Que de la mujer de mi vida quedó preso.

Que sí, también lo sé de cierto,
De que ahora me amas,
Que te diste cuenta del yerro.

Que la realidad te ha embargado,
Que te has dado cuenta del desatino,
Que las pérdidas has sopesado
Y ahora quieres desafiar el destino.

De que te amo es cosa cierta,
De que te amaré no hay duda,
De que será ahora no hay confianza,
De que será mañana no hay firmeza.

De que te amé cuando no me amabas,
Cuando para ti no existía,
De que ahora me amas
Cuando ya me ha pasado la algarabía.

Que fui primero, tú fuiste después,
Que te idolatré, para ti era nada,
Que por ti vivía, para ti moría,
Que quise ser, no fui nada.

Que ahora eres tú, no soy yo,
Que ahora me buscas, yo ando perdido,
Que ahora sientes celos, yo sigo en el amor primero,
Que no sabes cómo demostrarlo, en mi está el ejemplo.

De que te sigo amando,
De que te sigo soñando,
De que te sigo viendo,
Oyendo, pensando…

Es muy cierto…

Todo lo mío se preparó para recibirte,
Mi mente para retenerte,
Mis brazos para cobijarte,
Mis manos para acariciarte,
Mi boca para besarte,
Mi casa para recibirte,
Mi cama para poseerte,
Y mi cuerpo para amarte.

Que antes el problema fui yo,
Que ahora el problema eres tú,
Que ahora la sincronía es el real villano,
Que entre tú y yo, nos separa el destiempo.