Es frágil
Pero nos empeñamos en creerla fuerte,
Es sencilla
Pero nos empeñamos en complicarla,
Es pura
Pero nos empeñamos en ensuciarla.
¿Qué es más fácil, tenerla o perderla?
Pues cuando nos damos cuenta de su existencia
Es cuando se deteriora o pudimos desaparecerla.
¿Qué es más sencillo, respetarla o arrastrarla?
Pues cuando las complicaciones con altas
Hasta los peores asesinos la lloran.
¿Qué es más satisfactorio, llenarla de tranquilidad u odios?
Pues cuando los problemas son superiores a las fuerzas
Se cae en la cuenta que era necesario callar.
¿Por qué nos empeñamos en hacerla infeliz?
¿Por qué nos aferramos a hacerla enredosa?
¿Por qué nos forzamos a convertirla en una carga?
Qué mejor sería reconocer nuestros sentimientos,
Darle salida franca a lo que nuestro corazón aprisiona,
Qué mejor sería una salida libre a nuestros deseos
Para darle rienda suelta a nuestra alma.
Si tomáramos la mano de nuestro amor verdadero
Y le desnudáramos nuestros deseos,
Si enfrentáramos esos fantasmas que nos atormentan
Y expresáramos los más profundos anhelos,
Si reconociéramos nuestra fragilidad
Y actuásemos en consecuencia a ello,
Si el miedo, la fatalidad, la ambición y estulticia
No inundara nuestro débil caparazón,
Podríamos mostrar nuestros sentimientos tal cual son,
Podríamos entregar el corazón con ardor
Y mostrar al ser amado un real amor.
Pero no,
No empeñamos a creerla fuerte, cuando es frágil,
Nos empeñamos en complicarla cuando en sencilla,
Nos empeñamos en ensuciarla cuando es limpia,
Nos empeñamos en matarla y, a la vez, quererla viva.
¿Por qué nos empeñamos en hacerla infeliz?
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Gracias por el interés en las letras amorosas de la poesía.