sábado, 7 de marzo de 2009

PEQUEÑA HOJA

Quisiera que supieras de mi desasosiego,
Cómo quisiera que supieras de mi profunda tristeza,
Cómo desearía que supieras de mi amargura,
Que tan solo el no verte y hablarte me provoca.

Cómo desearía llevarte conmigo alrededor del mundo,
Cómo quisiera poder darte todo lo que te apeteciera,
Cómo disfrutaría el vivir a tu lado el resto de mis días,
Para estar solo en alegría y olvidar por siempre esta melancolía.

¿Por qué no tengo las herramientas?, me pregunto,
¿Por qué las hadas no me asisten en mi desesperanza?,
¿Por qué la vida me deja abandonado en un zona desértica?,
El cruel destino se ensaña y sin piedad me ataca.

Cuando el balance parecía llegar a mi vida,
Cuando habìa ordenado mi alma y sentimientos,
Cuando por azares del destino la oportunidad había regresado a mi fuero,
Ahora la estulticia y los complejos ajenos se han convertido en protagonistas.

Qué dolor es el que siento en el alma y el corazón,
Qué tristeza siento por ser agredido sin razón,
Qué amargo sabor queda en el fondo de mi,
Ahora que la fortuna no sonríe para mi.

Pero de ti todo me queda, tu voz, tu mirada, el rosa de tus mejillas,
Pero de ti todo evoco, tu piel, tu aroma, las redondeces de tus formas,
Pero de ti vuelvo a sentir tus besos, tus abrazos, tu cariño,
Y eso es justamente lo que nadie pudo nunca evitar.

Cómo quisiera llevarte conmigo por el mundo,
aunque éste sólo fuera más pequeño que una hoja.

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